La estación estival nos brinda la oportunidad de observar un buen número de nebulosas, tanto planetarias como difusas. En esta ocasión nos vamos a centrar en dos nebulosas planetarias, el vestigio de la muerte de dos estrellas, en Cefeo y en el Cisne.
NGC 40 o Caldwell 2, situada muy cerca de Errai o gamma Cephei, es una planetaria que se encuentra a 3.500 años luz de nosotros, y presenta una serie de peculiaridades que la hacen digna de observar. Por un lado su estrella central es bastante brillante, con una magnitud de 11.6, y se considera una estrella de Wolf-Rayet (en esta entrada hablábamos sobre ellas). Esto es equivalente a altas temperaturas (50.000 ºC), rápida pérdida de su envoltura y fuertes vientos que modelan los gases que la rodean. A estos vientos se deberá, probablemente, el curioso revestimiento que la rodea, que semeja un óvalo que es cortado en dos lados opuestos, de forma que la estrella central parece flanqueada por dos paréntesis o líneas curvas independientes.
Al telescopio es realmente interesante. A 65 aumentos ya se aprecia como una estrella ensanchada y borrosa, que queda perfectamente definida cuando usamos 125 aumentos. Entonces se ve cierta forma ovalada en su forma, y se aprecian perfectamente los dos “paréntesis” que rodean a una brillante estrella central. Uno de los paréntesis parece tener distinto grosor en uno de sus extremos. Hacia el interior, una clara nebulosidad inunda el resto del espacio hasta llegar a laestrella. A 214x el contraste mejora notablemente, es una nebulosa que aguanta muy bien los aumentos, así que decidí hacer el dibujo con el ocular Omegon de 7 mm. El campo, para ser hecho a tanto aumento, es bastante rico en estrellas.
Tras un rato de adaptación pude ver algo que se situaba en la envoltura de la nebulosa, un nódulo, pensé primero. Tras mirar con detenimiento comprobé que era una pequeña estrella inmersa en la capa externa, muy cerca de uno de los paréntesis, aportando a todo el conjunto un agradable broche.
El siguiente objetivo fue NGC 6826, otra nebulosa planetaria que brilla en un campo plagado de estrellas en la constelación del Cisne, bajo una de sus alas. El cisne vuela, pero lo hace lentamente, de forma que dispondremos de varios meses para recorrerlo entero, gracias al alargamiento de las noches de otoño. Esta nebulosa forma parte también del catálogo Caldwell, con el número 15, y es conocida como la Nebulosa Parpadeante (Blinking planetary).
NGC 6826 se encuentra un poco más cerca que NGC 40, a 2.000 años luz de distancia, y su diámetro es algo menor. Como la mayoría de nebulosas planetarias, tiene forma esferoidal, con algunos matices que vamos a ver. En fotografías puede apreciarse cómo NGC 6826 está compuesta por dos capas superpuestas, una mayor redondeada, y otra menor más elíptica. Estudios de 1990 sugieren que la forma elíptica de la nebulosa se debe a la presencia de una estrella compañera que fue evaporada por la estrella central. Al parecer, esto explicaría su forma ovoidea, mientras que la capa más externa, invisible al telescopio visual, es perfectamente redonda.
Además la nebulosa posee dos zonas polares iluminadas de forma características que son conocidas como FLIERs (o Regiones de Emisión Rápida de Ionización-baja… Sería una traducción aproximada), que podemos encontrar en otras nebulosas planetarias. Parece que provienen de fulguraciones de la estrella central y alcanzan velocidades supersónicas. Nuevos estudios en el futuro podrán comparar su movimiento actual y establecer un poco mejor su naturaleza.
Su estrella central brilla con una magnitud 10.6, y es este alto brillo el responsable de su efecto “parpadeante”. Efectivamente, cuando observamos NGC 6826 a bajo aumento se produce un curioso fenómeno, una especia de ilusión óptica. Si miramos la estrella fijamente, la nebulosa desaparece, y cuando miramos a otro lado, la nebulosa resurge ante nuestros ojos, como si estuviera parpadeando realmente. Este efecto dejé de notarlo a mayores aumentos.
Como la mayoría de planetarias, soporta estupendamente altos aumentos sin pérdida de la calidad de visión, siempre que la noche sea estable. A 214x la imagen era estupenda. La brillante estrella rodeada de una clara esfera nebulosa, con gran brillo superficial, al lado de una bonita estrella. Pero esa noche buscaba algo más. Había visto imágenes de los FLIERs y me pregunté si estarían al alcance de mi telescopio. Dediqué un buen rato a NGC 6826, usando la visión periférica en distintos ángulos, respirando más rápido, menos… hasta que finalmente noté un punto brillante en uno de los lados de la nebulosa. Al principio pensé que había sido sugestión, pero volví a intentarlo de nuevo y pude comprobar reiteradas veces que ese “algo” estaba ahí. Posteriormente confirmé por su posición que era uno de los FLIERs, el opuesto a la estrella más cercana. El otro me fue totalmente imposible, habrá que buscar mejores noches (y más horas de práctica).
NGC 40 aparece tal y como la observe, la tengo en mi blog de notas y el dibujo muy parecido. Flanqueada por dos estrellas mas brillantes. Magnifico dibujo y descripcion. Te añadi en mi lista de blogs. Enhorabuena.
http://dibujandoelcosmos.blogspot.com.es/
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